Liberty suministra una amplia gama de productos básicos a lo largo de todo el país, entre los que se incluye el gas natural. Si bien no suministramos gas natural a su comunidad, conocer la información de seguridad acerca del gas natural es importante para mantener la seguridad de su negocio y su comunidad.
La mayoría de las personas está familiarizada con el distintivo olor acre que se le añade al gas natural. A menudo, se compara con azufre o huevos podridos. Si huele gas en su edificio o sospecha de una fuga de gas, llame a la compañía de gas de inmediato.
El monóxido de carbono, o CO, es un subproducto normal de la combustión de carburantes, pero sus altos niveles en interiores pueden ser peligrosos para la salud. Los combustibles típicamente utilizados en la calefacción (petróleo, carbón, madera, gasolina, queroseno, gasóleo o gas natural) pueden generar monóxido de carbono.
El monóxido de carbono puede acumularse hasta alcanzar niveles peligrosos si un aparato que usa combustible no funciona correctamente o no ventila de manera segura los subproductos de la combustión del combustible.
El monóxido de carbono no tiene olor, color ni sabor. Debido a que se combina con la sangre del cuerpo y evita que esta absorba oxígeno, el monóxido de carbono puede causar enfermedades graves y, en casos extremos, incluso puede ser fatal.
Si nota alguno de estos signos de advertencia, salga al exterior para tomar aire fresco y acuda al médico de inmediato.
Instale alarmas de monóxido de carbono (CO) en su edificio. Recomendamos que la alarma tenga la marca "UL 2034", que indica que cumple las normas fijadas por Underwriter's Laboratories, Inc. (UL).
Haga que un profesional inspeccione regularmente las chimeneas, el sistema de calefacción y las tuberías de ventilación del calentador de agua, y que los limpie cuando sea necesario.